Tras una década de vigencia y numerosas reformas de desigual acierto y fortuna, la Ley Concursal sigue buscando la eficacia reparadora de la que carece, e intentando huir de su propia desmesura liquidadora. Aunque resulta plausible que la vocación general de la actividad reformadora es aumentar el número de procesos concursales en continuidad, facilitando la […]